EL SUICIDIO ASISTIDO

Imagen extraída de Pixabay

¡Hola chicxs! Bueno, como otra semana más, aquí estoy con mis entradas nuevas. En esta ocasión he elegido un tema muy polémico que viene sonando muy fuerte en los últimos meses por varios casos sucedidos y las pasadas elecciones del 28 de abril. Voy a hablar a del suicidio asistido. Para poder realizar esta entrada de la mejor manera, me he informado sobre los términos referidos al tema y así complementarlo con lo que ya sabía. En cuanto al derecho a morir, hay diferentes términos que seguramente confundimos. Primero, el suicidio médicamente asistido es aquella situación en la que un médico indica al paciente qué fármaco debe tomar para morir. Esto solamente está permitido en Suiza, donde se refugió el científico astrualiano David Goodall,de 104 años. Por otro lado, el suicido no asistido por médicos no es legal y son casos mediáticos como el de Ramón Sampedro o el reciente de María José Carrasco. La sedación terminal consiste en dar un tratamiento a una persona al final de su vida para terminar con su sufrimiento, y se administra aunque esto signifique acabar con su vida, lo que conocemos como cuidados paliativos. Por último, la eutanasia es un equipo médico el que administra los fármacos a la persona que desea morir porque sufre una enfermedad grave y sin retorno. Es legal en países como Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá y algunos lugares de Estados Unidos.

¿Qué es lo que está permitido en España? Según el Artículo 143 del Código Penal castigue a quien ayude a otra persona a acabar con su vida. En España, en términos del día a día, llamamos eutanasia al suicido asistido (no médicamente), el cual es considerado por los jueces como un homicidio, siendo la sedación terminal lo único permitido en España. A pesar de la aclaración de los términos, como ya he dicho, en España llamamos eutanasia al suicidio asistido, donde los médicos no administran ningún tratamiento, porque es ilegal. De esto trata el caso de María José Carrasco, una mujer que había sufrido de esclerosis múltiple durante 30 años de su vida y a quien ayudó a morir su compañero de vida, su marido Ángel Hernández. María José le pide a su marido (mostrado con pruebas gráficas) que le ayude a suicidarse, porque ella quiere morir. Además, Ángel no se ocultó, sino que grabó el momento en el que suministra la sustancia letal a su mujer para que por fin descanse de sus dolores, quien después de esto, llamó el mismo a los servicios de emergencia. Ángel fue detenido y su caso sigue en los juzgados, llegando incluso al Juzgado de Violencia de Género.

Aunque el caso ha generado mucha controversia entre la población de a pie y y los partidos políticos durante estos meses, la eutanasia o suicido asistido siempre ha sido un tema de debate. Pero, ¿hasta qué punto es ético la eutanasia?  En cuanto a esta cuestión, en la medicina hay profesionales que están a favor de su legalización, pero otros que se encuentran en un debate moral debido a su código deontológico, y algunas declaraciones de estos profesionales son: "La eutanasia no es un problema médico y va en contra de ser médico" o "Con unos buenos cuidados paliativos no se pide la eutanasia". En mi opinión, creo que acabar con el sufrimiento de una persona debido a una enfermedad irreversible, debería ser un derecho. Como todos sabemos, que tengamos un derecho no significa que estemos obligados a ejercerlo. Por ejemplo, si se legaliza el derecho al aborto, no significa que todas las mujeres que se queden embarazadas tenga sí o sí que abortar. Por esto, creo que no debería suponer ningún problema su legalización siempre que esté regulado. Aunque yo esté a favor de la legalización porque así dejarían de ocultarse personas que ayudan a otros a morir y las personas que lo necesitan acabarían con este sufrimiento, sé que en algunos casos no es ético, como por ejemplo, y ya he mencionado más arriba, en la medicina.

Para finalizar, yo creo que sí se puede conseguir una legislación que no atente contra la dignidad de nadie y ayude a todos a finalizar su vida de la mejor manera posible, teniendo siempre mucho cuidado en cuanto a su regulación y administración. También sería óptimo mejorar los cuidados paliativos y el acceso a la ayuda profesional como las residencias para que estas personas aumente su calidad de vida aunque su objetivo final sea el suicidio asistido. A pesar de que legalizar el suicidio asistido sería lo que yo querría para la sociedad, sé que hay muchos impedimentos para llevarlo a cabo, aunque espero que dentro de poco se pueda hacer de manera legal con sus trámites necesarios. Además, creo que todos entendemos mejor estos casos si los hemos vivido de cerca o tenemos esa capacidad de empatía. Creo sinceramente, que quien se opone es porque no ha pensado realmente lo que es que un familiar, quien sea, no pare de sufrir y tú no puedas hacer nada, solo esperar que ese día llegue.