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en mi última entrada,
Entiendo también que no se te puede obligar querer a alguien, porque si lo obligas no es verdadero y no lo vas a sentir de ver. Es por esto que no logro concebir por qué en algunas familias se inculca que tienes que querer sí o sí a tus padres, hermanos, tíos, abuelos, etc., por el simple hecho de ser parientes de sangre. Creo que es una obligación que en vez de afianzar esos lazos de cariño y amor, lo único que hacen es que deterioran cualquier intención o posibilidad de que en un futuro sea así. Por el hecho de ser mi madre biológica o mi padre biológico, no tengo que quererte sí o sí, porque la sangre no dicta que nuestra relación sea merecedora de admirarte y quererte. Creo que todos tenemos que tener la libertad para elegir quien sí y quien no es nuestra verdadera familia. Por ejemplo, si quien te ha criado es tu abuela y tu abuelo y son quienes te han inculcado los valores, quienes se han preocupado por ti y tus necesidades y quienes han luchado por transmitirte todo el amor para que seas feliz, a mi parecer, ellos son tus padres. Supongo que esto es una opinión muy común pero también habrá personas que considerarán padres a quienes le engendraron.
Algo que me molesta es que se nos imponga tenerle respeto a alguien por el mismo hecho de ser nuestra familia. Si esa persona no me respeta a mi, a mis ideales o a mi forma de vida, no tengo que tenerle respeto y mucho menos quererlo. Sin embargo, esta posición, sobretodo, en las generaciones más antiguas he escuchado mucho. Pongámonos en situación, tú eres una persona gay y en tu familia, tu madre no respeta lo que eres y solo quiere ver que eres lo que ella ve como "normal", y, por lo tanto, no te respeta. Sería una situación bastante triste, porque al fin y al cabo es la persona que te dio la vida y se supone que te tiene que querer seas quien seas y buscar tu felicidad. Pues creo que sería más triste, si alguien nos introdujese en la cabeza que como debemos mostrarle respeto, no podemos decir nada ante esta muestra de incomprensión y que debemos callar porque es nuestra familia. A veces nos lo repiten tanto que incluso podemos creérnoslo y llevarlo a cabo aunque esto aplaste lo que somos.
En conclusión, jamás tenemos que imponer el querer a alguien aunque compartamos sangre y mucho menos juzgar si alguien no lo hace. Tenemos que inculcar que debemos amar y admirar a quien se lo merece y quien nos quiere a nosotros. Si no somos respetados no debemos mostrar ese amor infundible que se supone que debe existir entre familias. Como dicen por ahí, la familia es quienes nosotros elegimos. Que querer jamás sea una imposición, sino una elección. Quered mucho a quienes consideréis vuestra familia y a quien os haga feliz.
SED FELICES ELIGIENDO A QUIEN OS APORTE COSAS POSITIVAS!!!!
¡Hola!
ResponderEliminarHe decidido comentar tu publicación porque al leerla me he dado cuenta de que concuerdo con todo lo que dices, sobre todo tú conclusión. Además, también tengo la suerte de que para mí mi familia sea un modelo a seguir. Tienes toda la razón en que no podemos obligar a alguien a querer a su familia, solo por el hecho de serlo, porque el amor es algo que se gana. Además, si un familiar no te trata bien es completamente injusto que tengas que quererle como a otro que sí te trata bien. Al fin y al cabo no debemos amar a gente que no nos trata como nos merecemos, ya sea un familiar, amigo o pareja.
¡Hola Marta! Me gusta que pienses de esta manera, y no porque sea como yo pienso, sino porque creo que si piensas así nunca te verás obligada a querer a alguien que de verdad no te sale. Aunque se que no todo el mundo podemos pensar igual, me gustaría que la gente reflexionara sobre esto y se diese cuenta de que a querer no se obliga.
EliminarUn saludo!!