EL ABORTO

Imagen extraída de Pixabay

¡Hola chicxs! Hoy vengo a hablar sobre un tema que ha sido polémico en todas las sociedades y lo seguirá siendo: el aborto. Primero, el aborto es la interrupción y finalización prematura del embarazo de forma natural o voluntaria, hecha antes que el feto pueda sobrevivir fuera del útero.​ Existen dos tipos de abortos como indico más arriba. Por un lado, el aborto natural, sucede cuando el embrión o el feto no se está desarrollando de manera normal y este muere antes de la semana 20 de embarazo. Alrededor del 10 y 20% de los embarazos acaban con un aborto espontáneo. Este término puede sugerir que se ha hecho algo mal durante el embarazo. Sin embargo, esto solo sucede en raras ocasiones. Existen diferentes causas como que el óvulo fecundado tenga un número anormal de cromosomas, ciertas enfermedades, alguna infección seria. Si ocurre después de los tres meses puede ser por anomalías del útero. Además, existen diferentes tipos de aborto espontáneos. Entre ellos se encuentran el aborto espontáneo inevitable, el incompleto, el completo y el retenido. Existen algunos factores de riesgo que si los llevas a cabo, tendrás más posibilidades de sufrir un aborto. Entre ellos se encuentran la edad, el estrés, el consumo de drogas y factores ambientales, entre muchos otros.

Por otro lado, está el aborto intencionado o inducido. Este aborto, como dice su nombre, es provocado con conciencia porque el embarazo no es deseado. Se puede llevar a cabo por inducción médica, es decir, se administran medicamentos para facilitar la expulsión del feto. También se lleva a cabo la evacuación quirúrgica, realizada mediante la dilatación cervical y la aspiración.

Las mujeres cuando abortan intencionadamente es debido a que ese embarazo no ha sido deseado. También existe la opción de que la mujer sí quiera tener ese niño, pero no tiene los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas del futuro bebé. Realizar un método u otro va a depender de distintos factores:

• El tiempo de gestación o desarrollo del embrión o feto
• La salud de la madre
• Del contexto socioeconómico dónde se tome la decisión y se realice el acto
• Del acceso a los servicios sanitarios
• De los límites puestos por legislación.

En ambos casos, que suceda espontáneamente o tener que tomar la decisión de abortar, puede ser traumático y emocionalmente difícil. En el primer caso porque pueden surgir sentimientos de pérdida y en el segundo por la presión social y los estigmas a los que están sometidas las mujeres en cuanto al embarazo se trata.

Como ya he dicho, el aborto siempre ha sido un tema muy polémico, y, con motivo de las próximas
elecciones, se escucha aún más si se debe legalizar o no el aborto. Algunos partidos dicen que sí y otros que no. Pero, ¿qué tienen de opinar esos hombres que lideran dichos partidos sobre los derechos de las mujeres? La respuesta es NADA. Ni siquiera ser mujer te da derecho a prohibir sobre la elección de una misma sobre nuestro cuerpo. Ni siquiera aquella gente concienciada con el dolor de los demás, quienes aportan el pobre argumento de que no se debe abortar porque el feto sufre en las primeras semanas. Ni siquiera tiene que opinar sobre lo que haces en tu cuerpo tu familia. Sin embargo, parece que todos tenemos derecho a opinar sobre la vida de una mujer y sus decisiones, pero de verdad que no es así. Por el simple hecho de no querer tener un bebé, sea por el motivo que sea, no te pueden llamar asesina. A veces es tal la poca consideración y empatía que existe, que se escandalizan más por si la mujer aborta que si por el hombre viola.

Creo que cuando de derechos se habla, nuestra opinión no importa. Si este derecho es solo para unos pocos, no es un derecho, es un privilegio. Cuando hablamos del hambre en el mundo, que gran parte de la población no tenga acceso a un derecho, como es la alimentación, nos echamos las manos a la cabeza. Sin embargo, si tratamos el aborto, para mí un derecho, podemos escuchar cosas como: "pues haber sido más responsable", "no habérselo buscado", "habérselo pensado antes, ya no puedes matar a una persona". Claro que puedo elegir. Claro que puedo decir si quiero que mi cuerpo sufra las consecuencias que conlleva pasar un embarazo. Claro que puedo decidir si quiero un aborto seguro que no arriesgue mi vida en sitios clandestinos. Claro que mi opinión cuenta en mi cuerpo y la tuya no. Claro que abortar es un derecho que cualquier mujer que quiera acceder a él pueda hacerlo sin que se le juzgue. Que exista el derecho a abortar no te obliga a hacerlo si tu no quieres. Si entendemos esto, lograremos avanzar en este mundo tan egoísta.